El agua

Alcalinidad

Se refiere a la actividad química de los bicarbonatos, carbonatos e hidróxidos en el agua.

La alcalinidad total (TAC) es la capacidad del agua de neutralizar ácidos. Representa la suma de todas las bases titulables. En aguas naturales con pH inferior a 8,3 la alcalinidad total, esta compuesta casi exclusivamente por bicarbonatos.

La alcalinidad parcial (TA) corresponde a la suma de todos los hidróxidos y la mitad de los carbonatos.

En aguas naturales entre pH de 6 y 8 prácticamente no hay hidróxidos y pocos carbonatos a temperatura ambiente. No hay valores paramétricos para las aguas potables.

Amoniaco y nitritos

La presencia del amoniaco en aguas naturales, así como los nitritos, suele venir de materia orgánica, aun no oxidada u oxidada parcialmente, y de vertidos industriales. Pueden delatar contaminación bacteriana cercana.

Como parámetro indicador, en España el valor máximo del amoniaco en aguas potables es de 0,5 mg/l y los nitritos como parámetro químico un valor máximo de 0,5 ppm en red de distribución y 0,1 a salida de ETAP ó depósito.

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), los bebés de menos de seis meses que tomen agua que contenga mayor concentración de nitritos que el Nivel Máximo Permitido, podrían enfermar gravemente; si no se los tratara, podrían morir. Entre los síntomas se incluye dificultad respiratoria y síndrome de bebé cianótico (azul).

Las causas por las que se puede contaminar el agua con nitritos pueden ser:

  • el uso de fertilizantes;
  • el percolado de tanques sépticos y de redes de alcantarillado;
  • la erosión de depósitos naturales.

Arsénico

El arsénico es a la vez un contaminante natural e inducido por vertidos en el medio ambiente.

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), los posibles efectos sobre la salud por exposición a este contaminante que supere el Nivel Máximo Permitido incluyen lesiones en la piel, trastornos circulatorios y alto riesgo de cáncer.

Las causas por las que se puede contaminar el agua con arsénico pueden ser:

  • erosión de depósitos naturales;
  • agua de escorrentía de huertos;
  • aguas con residuos de fabricación de vidrio y productos electrónicos.

Asbestos

El asbestos es un mineral fibroso que contamina el agua naturalmente o por su paso por las cañerías.

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), los posibles efectos sobre la salud por exposición a este contaminante que supere el Nivel Máximo Permitido incluyen alto riesgo de desarrollar pólipos intestinales benignos.

Las causas por las que se puede contaminar el agua con asbestos pueden ser:

  • deterioro de cemento amiantado (fibrocemento) en cañerías principales de agua;
  • erosión de depósitos naturales.

Cloruros

Los cloruros son un componente habitual de las aguas naturales y el componente principal junto con el sodio de las salobres y marinas.

Interviene en los procesos de corrosión de materiales metálicos si se encuentra en cantidades apreciables y su valor paramétrico indicador en España está en un máximo de 250 ppm en aguas potables.

Contaminación Bacteriana

La contaminación bacteriana hace referencia a la presencia de Unidades Formadoras de Colonias (UFC), de bacterias indicadoras de contaminación de origen infeccioso ó fecal. Estos organismos formados en el agua pueden producir enfermedades en el cuerpo humano. Entre ellos se incluyen quistes como el Cryptosporidium o la Giardiasis; bacterias como el coliforme fecal, etc. Esos organismos causan trastornos gastrointestinales muy desagradables y muy peligrosos para los que sufren de alguna deficiencia inmunitaria.

Evidentemente, no se pueden analizar en un agua la multitud de posibles bacterias perjudiciales existentes.

En España, el real decreto 140/2003 hace referencia a dos grupos:

1) En parámetros indicadores:

  • Bacterias coliformes: se permiten cero UFC en 100 ml.
  • Recuento de colonias a 22ºC: se permiten 100 UFC por ml. a la salida de la ETAP y en red de distribución sin cambios anómalos.

2) En parámetros microbiológicos:

  • Esterichia Coli: se permiten cero en 100 ml.
  • Enterococo: se permiten cero UFC en 100 ml.
  • Clostridium Perfringens: se permiten cero UFC en 100 ml.

Dureza

Una gran parte del territorio español está afectado por un exceso de cal en la composición de su agua. Sus efectos son perfectamente visibles y afectan de forma muy variada a un hogar. El usuario que tiene un alto contenido de cal en el agua se encuentra con numerosos problemas:

Incrustaciones calcáreas en las tuberías
La acumulación de cal provoca incrustaciones en las tuberías, griferías, sanitarios, etc. dando lugar a reparaciones constantes en tuberías y manchas indeseables en los sanitarios y griferías.

Calcificación de las resistencias
Otro efecto bastante dañino es la calcificación de las resistencias. Esta acumulación de cal provoca que las resistencias necesiten un consumo de energía superior para realizar su función, afectando a todos sus electrodomésticos. Esta comprobado que una caldera puede consumir hasta un 64% de energía suplementaria.

Problemas en la ropa
Las sales que confieren la dureza al agua, reaccionan con el jabón y detergentes formando una sustancia insoluble conocida como “jabón cortado”. Insoluble significa que el jabón cortado no se disolverá en el agua, sino que sedimentará o precipitará. En el lavado, los precipitados de jabón se depositan en las telas, apagando los colores y amarilleando o agrisando los blancos. Estos precipitados se adhieren a las fibras del tejido haciéndolas más frágiles y ásperas, acortando su vida útil.

Exceso de productos de limpieza
A causa del jabón precipitado por las sales del agua, se necesita más jabón para limpiar correctamente. El agua con cal necesita un mayor consumo de detergentes y productos de limpieza para neutralizar su efecto. Se calcula que el consumo de detergentes en aguas con cal puede llegar a ser más de un 80% superior al habitual.

Deshidratación de la piel
La presencia de cal en el agua provoca sequedad y aspereza en nuestra piel y cabellos, lo cual nos obliga a la utilización de una gran variedad de cremas hidratantes y diversos productos para el cabello, con el consiguiente coste que su adquisición conlleva.

Hierro y manganeso

Pueden presentarse juntos o por separado dando al agua una coloración pardo rojiza dependiendo de las cantidades relativas de ambos, siendo más rojiza por la presencia de hierro y más negra por la presencia de manganeso.

La presencia de hierro es un problema de calidad del agua muy común, especialmente en aguas de pozos profundos. El agua conteniendo una pequeña cantidad de hierro puede parecer clara cuando es extraída, pero podrá rápidamente tornarse roja, después de su exposición al aire. Este proceso es denominado oxidación, y básicamente consiste en la conversión de hierro disuelto (ferroso), que es altamente soluble, en hierro precipitado (férrico), que es muy insoluble.

El hierro produce la formación de manchas y depósitos en las canalizaciones y tratamientos de agua, como los descalcificadores y equipos de ósmosis inversa. Además, puede dar un sabor metálico desagradable al agua, e incluso puede reaccionar con materia orgánica creando coloides férricos.La concentración de hierro es medida en ppm o mg/l. En España, el Real Decreto 140/2003 establece un límite máximo de 0,2 mg/l de hierro total.

Metales pesados

Los llamados metales pesados son elementos metálicos tóxicos, que entran en las fuentes de suministro de agua a partir de fuentes naturales o industriales, así como de los propios sistemas de distribución (cañerías, accesorios, etc). En algunos casos, como el arsénico, puede provenir de minerales naturales que componen el suelo.

Hay disparidad en los límites de los parámetros permitidos en aguas potables, que van desde los 2 mg/l del cobre, los 0,2 mg/l del aluminio, a los 50 μg/l del cromo, los 25 del plomo, los 20 del níquel, los 10 del arsénico, los 5 del antimonio y cadmio y el microgramo de mercurio.

La exposición crónica e ingesta prolongada a través del agua de metales pesados puede producir severas consecuencias para la salud humana. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos, los posibles efectos sobre la salud por exposición que supere los Niveles Máximos Permitidos son los siguientes:

  • Cadmio: lesiones renales. El agua potable se contamina de este elemento por la corrosión de tubos galvanizados; erosión de depósitos naturales; efluentes de refinerías de metales; líquidos de escorrentía de baterías usadas y de pinturas.
  • Cromo (total): dermatitis alérgica. El agua potable se contamina de este elemento por efluentes de fábricas de acero y papel; erosión de depósitos naturales.
  • Cobre: La exposición a corto plazo puede causar molestias gastrointestinales. La exposición a largo plazo puede generar lesiones hepáticas o renales. El agua potable se puede contaminar por cobre debido a la corrosión de cañerías en el hogar; erosión de depósitos naturales; percolado de conservantes de madera.
  • Plomo: En bebés y niños, retardo en el desarrollo físico o mental. En adultos, trastornos renales; hipertensión. Las causas por las que el agua potable se puede contaminar con plomo pueden ser la corrosión de cañerías en el hogar; erosión de depósitos naturales.

Nitratos

Los nitratos son compuestos de nitrógeno que se encuentran a veces por tierra, en superficies acuáticas y en áreas rurales. En las aguas naturales suelen provenir de la infiltración de abonos y fertilizantes en los acuíferos.

Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, los posibles efectos sobre la salud por exposición a nitratos que supere el Nivel Máximo Permitido en bebés de menos de seis meses, incluyen enfermar gravemente, ya que genera en fetos y bebes metehemoglobinemia por reducción a nitritos, que puede desencadenar cianosis, por combinación de los nitritos con la hemoglobina de la sangre.Las causas por las que el agua potable se puede contaminar con nitratos incluyen el uso de fertilizantes; percolado de tanques sépticos y de redes de alcantarillado; erosión de depósitos naturales.

Olor y sabor

La mayoría de los sabores y olores son causados por la presencia de material orgánico y cloro. Una gran mayoría de ellos puede ser eliminado al hacer pasar el agua por un lecho de carbón activado.

Ph

El pH es un valor que nos indica la acidez o alcalinidad del agua.
El ph de las aguas naturales oscila entre 6 y 8 normalmente y está en relación con la concentración y equilibrio del anhídrido carbónico, bicarbonatos y carbonatos.En España, el valor paramétrico para aguas potables esta entre 6,5 y 9,5 y es importante conocer su valor ya que influye en la agresividad o incrustabilidad de las sales en las instalaciones, en la capacidad de los desinfectantes clorados, etc.

Plaguicidas

Los plaguicidas son contaminantes de origen humano, y aparecen en las aguas naturales por lixiviación de los depositados en las plantaciones vegetales.

En España, las cantidades permitidas son muy pequeñas, siendo el parámetro químico máximo del total de plaguicidas de 0,5 μg/l y como plaguicida individual 0,1 μg/l, excepto Aldrin, Dieldrin, Heptacloro y Heptacloro epoxido que será máximo de 0,03 μg/l.

Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, los posibles efectos sobre la salud por exposición a Heptacloro, y Heptacloro epóxido que supere el Nivel Máximo Permitido, incluyen lesiones hepáticas y alto riesgo de cáncer.

Sodio

El sodio está presente en casi todas las aguas naturales, en mayor medida, en las salobres y sobre todo en marinas. En España, el máximo como parámetro indicador en aguas potables es de 200 mg/l.

Sulfatos

Los sulfatos son un componente de las aguas naturales, intervienen en su conductividad total y en cantidades altas participan en fenómenos de corrosión de tuberías metálicas.

En presencia de calcio, y dada su limitada solubilidad, puede precipitar en forma de sulfato cálcico, planteando problemas, por ejemplo, en los equipos de osmosis inversa.

Como parámetro indicador, en España su máximo esta establecido en 250 ppm en aguas potables.

Trihalometanos

Los Trihalometanos (THM) son substancias presentes en el agua, que se originan a consecuencia de la reacción del cloro con la materia orgánica presente en el agua de los ríos (generada por residuos agrícolas y ganaderos y, en menor medida, por vertidos urbanos). A causa de esta interacción, se forma una mezcla de subproductos organoclorados y organobromados con propiedades mutágenas y cancerígenas.

Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, los posibles efectos sobre la salud por exposición a este contaminante que supere el Nivel Máximo Permitido incluyen trastornos renales, hepáticos o del sistema nervioso central, además de alto riesgo de cáncer.

Las causas por las que se puede contaminar el agua con Trihalometanos (THM) es la propia cloración del agua. Situación paradójica, puesto que se trata de contaminantes que son fruto involuntario de un proceso, el de la cloración, que justamente sirve para desinfectar el agua antes de ser consumida por la población.

Como parámetro indicador, en España su máximo esta establecido en 250 ppm en aguas potables.

Turbidez

La turbidez es una medida del enturbiamiento del agua. Es causada por las substancias en suspensión que lleva el agua. Estas substancias desvían y absorben la luz, produciendo la turbidez. Estas pueden ser desde materia orgánica (virus, bacterias, protozoos y algas) hasta arcillas, coloides o sales en suspensión precipitadas.

La turbidez se mide en UNF (unidad nefolométrica de turbiedad).

Actualmente la turbidez es uno de los parámetros más importantes en la calidad del agua, por su apariencia y por su salubridad, ya que un agua con alta turbidez puede presentar graves problemas para la salud por presencia bacteriana, (por ejemplo Cryptosporidium u otros microorganismos parásitos), así como grandes dificultades para su correcta desinfección.

En la legislación actual en España, su valor a salida de ETAP ó deposito, no debe superar 1 UNF y en la red de distribución 5 UNF.

Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, una alta turbidez suele asociarse a altos niveles de microorganismos causantes de enfermedades, como por ejemplo virus, parásitos y algunas bacterias. Estos organismos pueden provocar síntomas tales como náuseas, retortijones, diarrea y dolores de cabeza.